La creatividad anima a salir de la zona de confort, ayudará a su capacidad de adaptación frente a nuevas situaciones imprevistas, y podrá solucionar los problemas que se le planteen, mejorando así las relaciones sociales.
Es necesario que las personas seamos seres críticos, que dudemos de las cosas e intentemos llegar a mejores soluciones, lancemos hipótesis, probemos cosas, nos las cuestionemos…. Como decía Einstein: la creatividad es la inteligencia divirtiéndose.
¿Cómo fomentar la creatividad?
Es necesario plantearle pregunta abiertas al niño/a, así podrá buscar las respuestas, al mismo tiempo debemos darles la total libertad para preguntar, son curiosos/as por naturaleza, y mediante las preguntas desarrollarán un pensamiento creativo y también crítico.
Debemos fomentar su imaginación con actividades y recursos, y construir un ambiente creativo, donde ellos vean sus trabajos expuestos y reconocidos. Para esto son muy útiles los juguetes de construcción o musicales.
Dejémosles aburrirse, el aburrimiento no es malo, desarrolla la creatividad, y sobre todo, dejémosles errar, un error significa estar más cerca de la respuesta correcta, no tiene nada de malo, deben entender que todas las personas cometemos errores y eso no es malo, sino que nos ayuda a llegar a otras soluciones de manera creativa.
Durante la lectura del cuento, los padres pueden cambiar el final pidiéndole al niño/a que lo narre como se lo imagina, o bien inventarse un cuento y que el niño/a siga la historia, es una manera entretenida de fomentar la creatividad.
Estimula los cinco sentidos del niño/a, hacer manualidades con harina, agua, plastilina, témperas… puede resultar poco apetecible porque luego toca limpiar, pero son actividades muy estimulantes para los pequeños de la casa.
|